
Miles siempre se ha dedicado a lo mismo: robar. Su último golpe parece que ha salido a la perfección y su botín ha sido un lujoso diamante. Pero no termina bien y la policía lo detiene. En sus últimos momentos de libertad idea un plan y esconde el diamante en un lugar seguro. Lo primero que Miles hace tras salir de prisión es ir a recuperar su joya, pero, curiosamente, el lugar donde lo escondió se ha transformado en una comisaría. ¿Qué puede hacer? Sin un plan mejor, decide hacerse pasar por policía para acceder al lugar sin levantar sospechas.